La trama del poder
Laura Di Marco: “El nuevo Kirchner y el fantasma del fraude”

El editorial de Laura Di Marco en La trama del poder, por LN+
4 de noviembre de 2023 21:19
PARA LA NACION
A15 días del balotaje ¿hay riesgo de fraude o de microfraude en la Argentina? Hablamos de un posible robo hormiga de votos en las más de 100 mil mesas que tiene el país. Los votantes de Milei tienen ese miedo, pese a que ahora el líder libertario está asociado a Patricia Bullrich y Mauricio Macri, quien devino esta semana en su virtual jefe de campaña.
Vamos de nuevo: la oposición tiene miedo a que el aparato perokirchnerista le robe la elección. ¿Tiene algún plan diseñado Milei y parte de Juntos por el Cambio para evitarlo? La palabra clave, a dos semanas de la segunda vuelta es fiscalización. Luis Petri, por ejemplo, también se puso al hombro la campaña juntando a jóvenes radicales para cuidar el voto opositor.
Este miedo no es un delirio. Vengo cubriendo periodísticamente al peronismo desde hace más treinta años, cubrí decenas de campañas presidenciales y provinciales y tengo en mi haber miles de charlas en off the record, como decimos los periodistas, con operadores, dirigentes, punteros.
Un día un dirigente muy pero muy importante del peronismo me contó que el aparato está preparado para robar de dos a cinco puntos, sobre todo en la Argentina profunda: en las provincias del interior más pobres del país donde solo el peronismo reina. ¿Es verdad esto?.
Siempre digo que el enemigo de todos los populismos -que siempre son sistemas políticos que se basan en la mentira- es la tecnología y los datos. Y justamente -y esto es novedoso-hay un grupo de jóvenes que está desarrollando una app para ayudar a LLA y a un sector de Juntos por el Cambio para evitar el fraude. La app es gratis y cualquiera la puede bajar: se llama LibertaApp.
Nuestro colega Luis Gasulla explicó que en el recuento de 1700 mesas se encontraron 0 votos a la oposición y 100 por ciento de votos a Sergio Massa. En La Plata, por ejemplo, encontraron dos urnas vacías.
Según los desarrolladores de esta aplicación, que ya se conectaron con el equipo de Milei, es estadísticamente imposible que esto pueda suceder. Por una cuestión estadística no puede haber cero votos en una mesa para un candidato opositor y cien para el oficialismo, sobre todo cuando esos recuentos se repiten en distintas mesas. Te muestro algunas encuestas nuevas. ¿Les creemos o no?
No todas se equivocaron, algunas dieron en el blanco. Por ejemplo, la encuesta de interAtlas, una consultora brasileña que había adelantado el triunfo de Massa en la primera vuelta ahora le da el triunfo a Milei.
Lo mismo sucede con Aresco, la consultora de Federico Aurelio que mide tendencia y proyección de voto. En la proyección, Aurelio le da a Massa el 47,6% y a Milei el 52,4%.
El dato sorprendente es que Sebastián Galmarini, cuñado de Massa -que también anticipó el triunfo de su cuñado- también con su consultora Inteligencia Analítica le da una pequeña ventaja a Javier Milei.
El propagandista del kirchnerismo, Roberto Navarro, parece que está un poco asustado con estos números y dijo que el antiperonismo es como una droga.
Lo que es como una droga, en todo caso -y está estudiado- es el fanatismo para el lado que sea. Y es curioso no lo registre Navarro en sus propias filas: después de la dictadura la palabra amigo-enemigo fue instalada, en democracia, por Néstor y Cristina Kirchner.
Más odio no se consigue. Los Kirchner han sido una escuela del mal. Y han sido maestros de muchas trampas, pero hay dos en las que destacan. Una. Meter miedo para cometerte la cabeza y así poder dominarte. Un día, cuando era presidenta, a Cristina se le escapó el truco que le enseñó Néstor.
Sergio Massa está cada vez más parecido a Néstor. Podría decirte que es su mejor discípulo. De hecho, Néstor lo detestaba porque le notaba la misma ambición de poder que tenía él.
Otra especialidad de los Kirchner -y de todos los populismos- es creer que el Estado no es todos, tuyo, de tus hijos, mío, sino de ellos y de los que piensan como ellos. Por eso sacaron a hacer campaña por trenes y colectivos al vendedor de peines, Gabriel Katopodis, ministro de Obras públicas de “todes” (sic).
¿Se entiende lo que estamos naturalizando y que sería un escándalo en cualquier país normal del mundo? Un ministro de la Nación -de todos- devenido en el militante de un partido.
Y la tercera especialidad que los Kirchner le contagiaron, incluso, a sus periodistas afines es el bullying, el acoso moral a quienes simplemente tienen un punto de vista diferente al de ellos. Ese bullying apunta a tres cosas: provocarte, descalificarte y finalmente a anular y censurar tu punto de vista.
La trama del poder
UN MANO A MANO CON TOMÁS Y FRANCISCO GHISONI

Hoy a las 21. 30, un mano a mano a fondo en #LaTrama (en el piso de LN+) con los hermanos Tomás y Francisco Ghisoni, cuyo padre, Pablo Ghisoni estuvo preso tres años por una falsa denuncia de abuso sexual contra sus hijos realizada por su ex mujer, la médica Andrea Vázquez, funcionaria del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Nada menos.
¿Por qué crecen en el país las falsas denuncias de abuso sexual y violencia de género, un bandera que debería ser sagrada?
¿Qué es el “gaslighting”, una forma de manipulación que implica confundir la percepción de un hijo para insertar en su memoria hechos que no ocurrieron?
¿Los niños pueden mentir?
¿Cómo es el sitema perverso, que fogoneó el kirchnerismo, y que invierte la presunción de inocencia de un varón denunciado, que es culpable hasta que se demuestre lo contrario?
¿Por qué el 5 por ciento de los casos falsos dañan al 95 por ciento de las víctimas verdaderas de un drama indecible, el abuso y la violencia dentro del propio hogar?
¿Hay una trama política detrás del caso Ghisoni?
Te espero hoy a las 21.30 en #LaTrama por @lanacionmas
Preparate para una charla vibrante.
La trama del poder
Lázaro Báez, los bienes que vuelven y la corrupción que no se va

La Justicia empieza a moverse sobre el patrimonio de Lázaro Báez, mientras reaparecen escenas que remiten al pasado más oscuro del poder K. ¿Estamos viendo el principio de una reparación o apenas un capítulo más del espectáculo de impunidad?
Esta semana empezamos el programa con una noticia urgente: la Justicia y la Agencia de Administración de Bienes del Estado comenzaron a trabajar en el decomiso de las propiedades de Lázaro Báez. Sí, ese empresario K que se convirtió en multimillonario gracias a la obra pública durante los gobiernos kirchneristas. Se habla de más de 174 bienes inmuebles solo a su nombre. Y ahora, al fin, el Estado argentino empieza a mover sus piezas para que esa plata —que no era suya— vuelva a donde pertenece.
Pero no todo es tan simple. Mientras la Justicia avanza, también se investiga si su entorno sigue usufructuando esos bienes. Incluso hay disputas internas dentro de la familia Báez: una exesposa, una actual pareja, alquileres que siguen cobrando de propiedades ya decomisadas. Un rompecabezas donde la plata siempre parece estar un paso adelante de la ley.
El tema es potente porque toca algo más profundo: la memoria de la corrupción en la Argentina. Cada vez que aparecen palabras como “valijas”, “aviones” o “bolsos”, el inconsciente colectivo se enciende. Y no es para menos. Esta semana también analizamos el caso del “avión libertario” —ese vuelo sospechoso con diez valijas a bordo—, y la inevitable comparación con el caso Antonini Wilson. Porque en este país, cuando hay valijas cerca del poder, todos sospechamos lo mismo: que hay dinero sucio.
Mientras tanto, se anuncia un fondo solidario para que los condenados por la causa Vialidad devuelvan al Estado más de 684 mil millones de pesos. ¿Se imaginan si esto se concreta? Sería histórico. Porque en Argentina, como bien dijo Pancho Olivera en el programa, nadie devuelve lo robado. Y cuando alguien lo hace, o se lo obligan a hacerlo, algo empieza a cambiar.
Pero también vimos cómo la política intenta tapar estas historias con otras. Se habló mucho de “traiciones” en el Senado. De Villarruel acusada, de la interna libertaria que arde. Algunos dicen que fue una bomba de humo. Yo no lo descartaría. Porque si la atención está en la pelea entre Milei y su vice, entonces se habla menos del avión, de las valijas, de los bienes mal habidos.
En definitiva, los temas se acumulan pero la pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿estamos asistiendo al fin de la impunidad o apenas a un nuevo capítulo del relato?
Como digo siempre, la corrupción no es solo un delito: es un modo de operar en la política argentina. Por eso, cada vez que se recupera un bien, cada vez que se toca a un intocable, es una señal. Chiquita, imperfecta, pero necesaria.
En fin, los esperamos mañana para un nuevo programa de La trama del poder.
La trama del poder
El PRO se pliega a La Libertad Avanza y se recalienta la pulseada electoral en Buenos Aires

En una semana marcada por el aumento del dólar y movimientos clave en el tablero político, el oficialismo celebra la integración del PRO al frente La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Una jugada que reconfigura alianzas, profundiza la polarización y anticipa una elección que promete ser nacional, aunque se dispute en territorio bonaerense.
La mesa de “La trama del poder” analizó una semana de alto voltaje político y económico. Mientras el dólar volvió a subir a pesar del récord de ingresos por la cosecha, la noticia que sacudió el escenario fue la oficialización del acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Lo que hasta hace poco era una posibilidad se confirmó: Santilli y Ritondo se integran al armado libertario liderado por Javier Milei y su hermana Karina. La alianza, urdida por el operador político Sebastián Pareja, representa una victoria política para el gobierno nacional, que logra sumar volumen y disciplina a su frente electoral.
Esta movida, sin embargo, no está exenta de tensiones internas ni de lecturas más profundas. Para muchos, es la forma elegante en que Mauricio Macri se rinde ante la imposibilidad de construir un espacio propio y ordenado. El PRO, fragmentado y debilitado, busca sobrevivir en un esquema donde ya no lleva la delantera. Mientras tanto, actores como María Eugenia Talerico, con su armado “Potencia Buenos Aires”, intentan captar el voto de un sector desencantado con esta fusión, apelando a un perfil anticorrupción y republicano, al estilo de una Lilita Carrió primeriza.
La polarización con el kirchnerismo sigue siendo el combustible principal de esta estrategia. El oficialismo sube el tono con figuras como José Luis Espert, que no teme lanzar exabruptos para encolumnar al voto anti-K. La figura de Milei, con su discurso extremo y su estilo provocador, se sostiene gracias a un núcleo duro del 30% y un voto blando que, en ausencia de resultados económicos concretos, se activa por rechazo al otro modelo.
En ese marco, el caso de inseguridad en La Matanza, donde un joven fue asesinado en un boliche con supuestos vínculos con el intendente Fernando Espinoza, se convierte en emblema de lo que está en juego: no sólo una elección provincial, sino una disputa nacional por dos modelos de país. El oficialismo apuesta a capitalizar ese hartazgo social, incluso si eso implica integrar a figuras del PRO como Santilli y Ritondo en puestos clave, vinculados a la seguridad.
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